Uno de los fines del proceso penal es la búsqueda de la verdad o también llamada la verdad procesal; también es cierto que la verdad es buscada por el científico como el juez cuando hace un razonamiento probatorio. Pero cabe preguntarnos ¿realmente es cierto que ambos tienen por objetivo buscar la verdad?
El científico, por su parte, está dotado de mayor libertad, más insumos y se basa en la observación, experimentación, análisis y técnicas con el fin de entender el mundo que nos rodea. Es decir, busca la verdad a toda costa.
El juez, por otro lado, tiene obligaciones jurídicas que debe cumplir dentro de un proceso. Por ejemplo, al momento de analizar la prueba debe observar que la misma no haya sido obtenida vulnerando derechos o que previamente haya sido ofrecida para el juicio oral, lo cual conlleva a inducir que no tiene como finalidad la búsqueda de la verdad. De aquí que el fin del proceso puede diferir con las labores del juez.
La diferencias de ambos radica en la trascendencia de sus labores. El científico busca la verdad como único objetivo, no hallarla significa un fracaso. El juez tiene obligaciones jurídicas en un proceso y si fracasa en la búsqueda de la verdad es mucho más disculpable que el del científico. Hechas estas aclaraciones, el juez y el científico, aunque comparten el concepto de verdad en sus respectivas búsquedas, no persiguen el mismo tipo de verdad ni operan bajo las mismas condiciones.