El arbitraje es un mecanismo fundamental para la resolución de conflictos, especialmente en el ámbito comercial y contractual. Las juntas de disputas, o sesiones de conciliación dentro del proceso arbitral, juegan un rol crucial en la gestión y resolución de conflictos.
Las juntas de disputas son sesiones de conciliación y resolución de conflictos que se realizan durante el proceso arbitral. Su propósito principal es facilitar el entendimiento mutuo entre las partes y explorar posibles acuerdos antes de que se emita una decisión arbitral.
Objetivo Principal: Resolver el conflicto mediante un acuerdo consensuado o, en su defecto, aclarar los puntos de discrepancia.
Proceso: Las juntas pueden incluir presentaciones de las partes, discusiones sobre las pruebas y la posibilidad de negociar acuerdos.
Procedimiento de las Juntas de Disputas
Convocatoria: El árbitro o el panel arbitral convoca a una junta de disputas en función de la complejidad del caso y las necesidades de las partes.
Desarrollo: Durante la junta, las partes presentan sus argumentos y pruebas. El árbitro facilita la discusión y busca áreas de acuerdo.
Acuerdo o Resolución: Si las partes llegan a un acuerdo, se formaliza en un acta. Si no se llega a un acuerdo, se avanza con el proceso arbitral con una visión más clara de las cuestiones en disputa.